jueves, 23 de agosto de 2007

VIAJE A MARRUECOS (09 AL 12 DE JUNIO 2007)


De nuevo por aqui!!! ya era hora de actualizar el blog, eh?? Bueno, pues lo hago haciendo repaso al viajito q nos pegamos María Jesús (mi esposa), Verónica (mi prima), Luis (su marido) y yo a Marruecos. Cuatro dias de viaje intensísimos donde hicimos nada menos que 1.500 kilómetros por carretera -eso sí, autovías entre las principales ciudades buenísimas- hasta llegar a Marrakech, que es donde pernoctamos las tres noches. El viaje lo organizamos solo reservando los pasajes del ferry Tarifa-Tanger (y viceversa) y alquilando desde aqui un coche que recogimos en Tanger para los cuatro días. El hotel e itinerario los fuimos improvisando sobre la marcha. Os recomiendo LA GUIA AZUL, muy completa y util, de gran ayuda a la hora de viajar donde sea.

De camino a Marrakech, paramos en Rabat, ya que nos cogía de paso y era la hora de la comida, asi que aparcamos, nos fuimos directos a la medina por la avenida principal -preciosas algunas edificaciones que aunan cultura arabe tradicional con la tradicion arquítectonica occidental-, pues pensamos que nada mejor para empezar el viaje que almorzando en un localito lo mas tipico posible: pues dicho y hecho nos encontramos con una localito en un callejoncito del zoco que se veia muy tradicional. Despues de papearnos dos platazos (por no decir fuentes) de cuscus, tres ensaladas, un plato de merluza rebozada con patatas fritas y cuatro bebidas, pedimos la cuenta: ¡¡13 euros por todo!! Y por cierto, todo buenisimo. De vuelta a la carretera (o en el intento, nos perdimos por los suburbios de Rabat), tiramos directos a Marrakech, ciudad preciosa y visita obligada a todo amante de los viajes, y buscando hotel, nos encontramos con uno muy acogedor, el hotel ISLANE (antiguo y un poco cutre, aunque muy muy limpio y cuidado, y sobre todo baratisimo), pegado a la plaza Jemaa El Fna (una de los puntos mas famosos de todo Marruecos) y justo enfrente de la mezquita, mas centrico imposible. Por cierto que el desayuno estaba incluido y era en un restaurante que habia sobre el hotel, en una terraza que dominaba toda la plaza de la mezquita y tenia unas vistas magnificas.




Nos dedicamos al dia siguiente a visitar la plaza, los zocos (a negociar! ni se os ocurra comprar sin negociar, si no, no tiene gracia), los exteriores, los jardines (magnificos), y por la noche a cenar en los puestos de comida que ponian en la plaza, bulliciosa a mas no poder. Indispensable un zumito de naranja en los carritos (recien exprimido por 30 centimos el vaso!!).






Tambien visitamos Essaouira, un pueblecito costero a dos horas y media desde Marrakech. Aparte de que el pueblo tambien es precioso, hay unos puestos de comida (pescado y marisco) justo al lado de la lonja, donde seleccionas lo que quieres comer (todo vivo o recien cogido) y luego negocias el precio. Nos jamamos una langosta, un plato de galeras y dos platos de sardinas (la especialidad de Essaouira) que nos dejo "lo mas bien". Luego nos fuimos a pasear por las tiendas de artesania y por el zoco (negocieitor again!). Alli nos tomamos un te (uf, el té mmmm no lo dejeis de probar) en un saloncito de te muy way. Luego, de vuelta a Marrakech.

Y el día de la vuelta paramos en Assilah, otro pueblecito costero muy turistico y muy bonito tambien. Ferry en Tanger y de vuelta a España.

En fin, un viaje magnífico, sorprendente e inesperado que hace que cualquiera vea la cultura arabe con otros ojos, disfrute de una tierra magnifica, de gente muy educada y acogedora, y lo mas importante, un pais completamente diferente a lo que representa la cultura occidental. No os lo penseis, preparad las maletas y disfrutad de la magia de Marruecos. Yo, desde luego, volveré.